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Thursday, September 18, 2008

Ciruelo en Flor

Asi me siento: un ciruelo en flor... Florecida, resplandeciente, con un aura nívea que ilumina mi camino...

Pero el resplandor no es gratis, éste solo llega tras una larga temporada dorada de letargo.

Me fui al sur en un día de sol y de agualluvia.

Me fui en un bus cansada y deshecha.

Rota y quebrada en mil pedazos.

Durante mucho tiempo soñé con ser John Lennon. Entraba a una galería de arte, subía una misteriosa escalera y encontraba escrito en pequeñas letras un SI. Solo un sí, nada más que eso. Hasta un sí inseguro hubiera sido aceptable. Pero el frío me golpeó el rostro con un No escondido, un, No que nunca fue dicho.

Ya me cansé de todo, es desgastante!

Y tras la temporada otoño-invierno, tras la magia de los amarillos y cafés intensos, tras la fría muerte del invierno, vuelvo a florecer en mí. Florecer tras la muerte, florecer en blanco aroma.

Friday, September 5, 2008

Metal Heart

Esta canción me encanta...


METAL HEART / Cat Power

Losing the star without a sky
Losing the reasons why
You're losing the calling that you've been faking
And i'm not kidding

It's damned if you don't and it's damned if you do
Be true 'cause they'll lock you up in a sad sad zoo
Oh hidy hidy hidy what cha tryin to prove
By hidy hidy hiding you're not worth a thing

Sew your fortunes on a string
And hold them up to light
Blue smoke will take
A very violent flight
And you will be changed
Sand everything
And you will be in a very sad sad zoo.

I once was lost but now i'm found was blind
But now I see you
How selfish of you to believe in the meaning of all the bad dreaming

Metal heart you're not hiding
Metal heart you're not worth a thing

Metal heart you're not hiding
Metal heart you're not worth a thing

Feliz cumpleaños!















94 años de pura antipoesía.
Mis palabras hoy retroceden para dar paso a las letras y las obras de Don Nica.
¿Qué mejor manera de celebrarlo?






































EL HOMBRE IMAGINARIO

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario

Tuesday, September 2, 2008

Novelas

Las novelas de la tele son otro invento posmoderno que me molesta. Aunque debo confesar que cuando chica las veía a diario.

Sagradamente, a las 8 en punto, prendíamos la tele y nos sentabamos en la mesa a tomar once en compañía de las penurías a amoríos de la pareja de turno. Creo que de cierta forma, la novela ejercía un regulador del tiempo y un motivo para sentarnos las tres (mi hermana, mi mamá y yo) juntas, en tiempos cuando el concepto "familia" no tenía mucho sentido...

Aproximadamente a los 13 años dejé de ver novelas, a esas alturas ya no tomabamos once reunidas en una mesa. Cada quien se las arreglaba como podía. Y las excasas ocasiones en que nos reuniamos, ya no serían en compañía de las novelas. Bueno, también debo confesar que desde aquel entonces he tenido mis recaídas, que han sido dos: primer semestre del 2006 y al final del verano de este año (con "Viuda Alegre"), pero nunca las vi enteras, nunca vi siquiera el final y facilmente podía despegarme de ellas. De hecho "Viuda alegre" solo comencé a verla porque en sus comienzos me encontraba en el campo, donde no había mucho que hacer en las horas que la transmitían y luego cuando regrese a Arica no la vi más.

Estas ultimas semanas casi todos han estado alborotados por "El Señor de la Querencia". Parece que dicha novela ha pasado a ser más que una simple historia en la tele, ahora es tema en los diarios, en otros programas de television, y por supuesto en boca de la masa...

¿Acaso no es horrible? ¿Acaso no es terriblemente penoso que una simple novela de televisión sea tan relevante en la agenda noticiosa? ¿Tan poca vida tenemos los chilenos?

Anoche, más de la mitad de mis contactos en messenger tenían en su nick algo relacionado con el Señor de la Querencia, todo porque fue el capitulo final. Ante eso, creanme que prefiero mil veces ver nicknames "diarios de vida", que cuenten todo lo que las personas han hecho en su día, a ver algo tan banal y ajeno a sus propias existencias como el desenlace de la novela de la temporada. Quizás yo también haya caido en aquel jueguito de anunciar algo no relacionado a mí en algún nick, pero aquí lo que me molesta es ese fenomeno masivo...ese gran influjo que puede producir una superflua historia contada a través de imagenes, que deja a la gente embobecida y perdiendo horas de vida.

Y que no me vengan con que sirve como "metodo de esparcimiento y relajo", como una forma mundana de "salir de la realidad monotona" para "escapar de los problemas propios". A pesar que nunca vi un capitulo del Señor de la Querencia, sí presencie una noche -mientras estaba en la casa de una amiga- los gritos que su mamá daba al ver la novela, al final tomó la sabia decisión de apagar la cajita mágica, porque no quería sufrir demás. Creo que era una novela muy sangrienta y cruel... ¡Eso es! ¡Buena apuesta del canal estatal! No bastando con nuestros pesares nacionales de un pequeño pais tercermundista con los más altos niveles de desigualdad social, seguimos inventandonos situaciones angustiantes.
Por LUN rectifiqué lo que la masa anunció anoche en sus nicknames: El Señor de la Querencia se suicidó, tras matar a todos los suyos. ¡ALELUYA! Con su suicido nos aseguramos la imposibilidad de una segunda parte de la novela.