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Friday, April 23, 2010

So true

At times self-contradiction is part of the transcendentalist stance toward immediate honesty and complexity.

Friday, April 16, 2010

Lindsey West, Euro Night & Opera

What a great day!

Después de una mañana de clases, un cinammon latte (no lunch!) y estudio en Bizzell, me fui con mi amiga Serena a Lindsey West, un lugar totalmente desconocido hasta ahora. Fuimos porque yo estaba en busqueda de unos productos de Fred y en el website vi que en tal lugar, podía encontrar a Fred.

Mapa en mano y con lluvia ligera llegamos a la tienda "International Pantry" y una vez adentro nos dimos cuenta del porqué de la palabra pantry...la tienda resultó ser una distribuidora de productos para la cocina y delicatessen. Y lo unico que pude encontrar de Fred fueron unos moldes para hacer hielo. Paila con el regalo.

Volvimos lo más rápido posible a OU y ya eran las 5.30. A las 6 salimos a Couch para la Euro Night... pasta italiana, paella, kebab, dulces arabes, queso crema y frutas for free! Viva el housing and food office. Comimos mucho, tal vez demasiado, tanto que el kebab me lo traje para la casa y los dulces arabes también. De paso me gané una gift card de Target por responder bien a una pregunta.

Ya de vuelta a casa, o casi de vuelta, Claudia me recordó del concierto de Eduardo. Asi que ni entramos a la casa y tomamos el bus para ir al centro de música. Llegamos un poco tarde, pero alcanzamos a ver gran parte del concierto, fue increible. Eduardo se lució frente a todos, cantó en italiano, alemán, francés, inglés y la última canción fue en español. Todos lo felicitarion, sin duda, se tiene bien merecido el papel principal en la opera del próximo semestre.

Thursday, April 15, 2010

Apologize Dinner

Hoy Peter me invitó a cenar a O'Connells.

Peter es el tipo de chico que todo el mundo conoce porque lo puedes encontrar en todas las fiestas, siempre con el vaso en la mano, siempre alegre y a veces, a little drunk.

Y así fue como lo vi la semana pasada, me encontré con él y mientras bailabamos se cayó encima mío provocando que -en buen chileno- me cayera de poto produciendo un efecto dominó en la chica que estaba atrás mío, y ella sucesivamente, botó a su amiga...

Trágame tierra. Y si por un minuto, algunas personas no se percataron del embarazoso accidente (por estar un poco más lejos), al siguiente minuto sí pudieron notar que algo pasaba cuando la gringita comenzó a gritarle a Peter armando todo un escandalo. Oh sí, ley de Murphy.

Pero más que el tremendo y para nada sexy moretón que me quedó, a mi me preocupó mi nariz, la cabeza de Peter golpeó directamente en contra de ella y me dolía demasiado. De hecho, me siguió doliendo durante los 3 siguientes días, pero al sólo imaginar que me podían poner un parche o una especie de semi-yeso en mi nariz, más el wrist brace en mi brazo izquierdo, me iban a hacer ver como si hubiera tenido un accidente... o como Yuyin. No way.

Y así fue como Peter me invitó a una apologize dinner.

Wednesday, April 14, 2010

¿Quien me ha robado el mes de abril?

Estoy en Bizzell, en el sótano de esta hermosa biblioteca cuyo edificio de toques góticos, la ha hecho ser un national historical landmark (sepa Moya qué es eso). Suelo pasar las tardes aquí, no sólo porque los sillones son increiblemente cómodos para trabajar (y para descansar un poco), sino porque es aquí donde está la sección de libros de arqueología y donde está el café.

Fui a comer al Union porque me dio lata cocinar. Y digo lata porque -en este mismo momento- me da lata pensar en alguna otra palabra. Lata, sí, y no quiero explicar más.

Estaba dando vuelta por el Union, viendo qué podía comer (lo que a estas alturas se traduce en ¿cuál es la opción menos mala?, considerando precio, grasa y que no sea disgusting), atravesando entre las mesas, las conversaciones, la gente con bandejas, las colas para la comida y la música del piano. Nada nuevo. Es usual que alguien se ponga a tocar el piano, e incluso, algunas veces hay alguien tocando guitarra.

Pero de pronto la melodía me sonó conocida. Algo familiar tenía, pero...

¿Quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?

La canción que en un principio me supo a Sabina, luego se transformó en una melodía totalmente diferente. Pero en mi mente se me quedó la canción pegada, qué buen tema y qué ad-hoc para la temporada. Me hizo recordar al desierto.

Sunday, April 11, 2010

Aves errantes

Hoy es uno de esos días en los cuales el sueño se me escurre entre las grietas de la incertidumbre, esos vacíos desconocidos que me causan temor.

Hoy fui a hacer empanadas con un grupo de chilenos. Creo que es la segunda vez que cuadro con ellos, y no se si será el tiempo o las amistades, pero como que algo no me encajaba con todo el rosario y estuve muy callada.

Luego fui a la casa de Josh para trabajar en nuestro project. Josh, Nardos y Matt hablaron toda la tarde, yo segui mas o menos callada. No era mi día.

Llegue a casa y mis roomates tenían una cena con todos sus amigos asiáticos. Korea del Sur y Japon unidos gastronómicamente, y también por esa mayor cercanía que se produce por el solo hecho de ser países que están más o menos cerca. Me fui a mi pieza con el olor en mi nariz de toda esa comida exótica. Me sentí mal, perdida y descontextualizada.

Pasaron 15 minutos y Jackie me pasó a buscar para ir al cine. Ni me importo que película era ni cuanto costaba en ticket, fui igual. Vimos Date Night, y para mi sorpresa me rei de buena gana.
Llegue a la casa aún con esa extraña sensación. Pas assez de toi, pas assez de tout, pas assez de quoi???

Le hablé, pero una vez más salió esa presencia llena de ausencias, esa sombre desfigurada, ese halo frío que osa a usar su nombre. Esa forma de ti que poco tiene de ti, esa forma que más que alegrías deja una pequeña herida.

Tuesday, April 6, 2010

Formal meal

Anoche fui a una cena de Alpha Gamma Delta. Me encanta ir a esa casona estilo griego, me encantan las flores del pórtico, el piano de cola de la sala de estar, el gran trofeo en el vestíbulo, los documentos históricos que adornan los pasillos, las fotos de las distintas generaciones y el ambiente que se vive ahí dentro. Hermanas todas.

Esta vez la cena era formal, mi primera cena formal con las alpha gammas. Todas las chicas dress up se veian increíbles. Colleen, my big sis, tenía unos high heels preciosos, tipo sandalias romanas en café.

My big sis me pasó a buscar a mi departamento, cuando llegamos a la casa ya había gente esperando en el vestíbulo. Nos quedamos conversando con my big sis y my twin. Luego tuvimos que ir a la sala de estar, ahí una de las officers pasó lista. Eran tantas chicas, que tomó un buen par de minutos recitar toda la lista de nombres. Una vez acabado, hicimos una línea en dirección al comedor. ¿Línea? ¿Por qué? Me sentía media perdida, qué cena más extraña.

Cuando llegamos al comedor no había buffet. En realidad yo estaba esperando con ansias el buffet de ensaladas (no sólo porque amo las ensaladas, además las alpha gamma sieeeeeeempre tienen aceitunas…aceitunas amargas! Qué mejor!) pero solo me encontré con las mesas ya puestas, los servicios listos e incluso el agua ya servida (secretamente, también estaba esperando la limonada de siempre).

Estabamos esperando entrar. Y si a ese momento yo pensaba que la entrada ya era toda una ceremonia, eso no era nada en comparación con lo que sucedería después. Entramos en grupos de 8, liderados por la Mom. 8 personas entraban formadas en línea hacia la mesa principal. Luego las otras 8 le seguían hacia la mesa contigua y así sucesivamente. Esa rectitud por un momento me recordó a algo un poco militar, pero los vestidos, los colores, el silencio, el respeto y la gracia de los pasos me hizo desechar por completo esa horrible idea.

Caminando hacia la mesa, Colleen me susurró “no te sientes”, después, una vez estando tras mi siento, me dijo que teníamos que cantar el himno, y luego podíamos sentarnos. Esperamos a que el vals de las chicas entrando terminara, y cuando cada una ya estaba en su tras de su asiento comenzó el himno. Algo sobre la hermandad, algo sobre Dios, y algo muy armoniosamente alto.

Nos sentamos y quedé maravillada con lo que vi en la mesa: carne. Por alguna extraña razón, cada vez que voy a Alpha Gamma tienen pollo, pavo, pescados, pastas, etc, pero por primera vez me toco carne, y por primera vez, desde que llegue a USA que como carne de vacuno (de verdad, las hamburguesas no cuentan). Papas asadas, mmm. Salteado de verduras, con zucchini! Y ensaladas.

Collen miró disimuladamente hacía la mesa principal y dijo algo así como “ahora podemos empezar”. Tomo la fuente con las papas asadas, no se sirvió nada y me pasó la fuente para que yo se la pasar a la chica de mi derecha y ella se la pasara a la chica que estaba a la cabeza de la mesa. Una vez que la chica de la cabeza se servía, nosotros podíamos hacerlo. Y así, cuando cada una ya tenía parte de su cena, con un hermoso plato blanco lleno de comida, tuvimos que esperar unos minutos más. Nadie puede empezar a comer antes de la Mom. Una vez que ella empieza, al ataque! Nunca antes.

Como siempre, fue una gran y deliciosa cena. Papas asadas con crema (para ir engordando…), la carne estaba deliciosa y gracias a Dios, no picante, de hecho estaba saladita al punto, no se podía pedir ni más ni menos aliño. Fue una cena increíble, con una buena conversación, Colleen es una gran Big sis.

Yo suelo comer lento, y si esta rico, más lento aun para disfrutar todo. Así que no me sorpendió ser la última de la mesa que aun comía el plato principal, cuando ya todas habían terminado el postre. Y justo cuando tomé el postre para degustarlo por primera vez, nos tuvimos que ir. De pronto todas se pararon y una vez más se dio inicio a esa especie de coreografia, todas paradas tras de su asiento, sale la Mom primero, seguida por las chicas de su mesa, sale la siguiente mesa, todas coordinadas, todas en fila, todas caminando como si bailaran un vals. No era molesto, era armonioso. Colleen me dijo que no me preocupara del postre, que podíamos ir a buscarlo después.

Luego de salir del salón y de hablar con la Mom, fuimos en busca del postre y nos fuimos a la habitación de Colleen. Una vez más, como tantas aquí, siento la “alarma antropológica”, cuán interesante sería hacer antropología aquí.