Pages

Monday, August 2, 2010

Loca

Era una noche feliz cuando de pronto se largó a llover.

La lluvía mojó al regalito, estropeándolo.

Un hombre desconocido se acercó en son de consuelo,
dando consejos inapropiados
sobre su experiencia de vida.

Cuanta ternura e ingenuidad,
un ciego ayudándole a otro a caminar.




Y si al final, lo que hay que vivir
lo que hay que soñar hay que vivirlo!