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Thursday, March 25, 2010

Thinking NY


Entonces él me dijo que NY no tenía ningún brillo, que la ciudad no era tanto como la pintaban y que no era tan cierto eso que NY nunca duerme.

No entendí bien a pito de qué dijo eso, nunca le mencioné algo sobre el viaje, sólo unos comentarios banales sobre el clima.

Obviamente, siempre que conoces algo nuevo, pasas por the honeymoon stage, y 8 días no son suficientes para superar esa etapa y para desencantarse con la ciudad, sobre todo si tienes la 5th Avenue cerca y una Mastercard con un alto cupo (sí, mi viejo me va a matar cuando llegue la cuenta).

Pero la vida de new yorker debe ser mucho más cruda. En primer lugar los impuestos son altos y los arriendos son carísimos (ni pensar en comprar un departamento). Recuerdo que estábamos en SoHo cuando vimos un anuncio de arriendo de un departamento de una habitación, ubicado en NoLIta, por la suma de $2400 mensuales. Wow! Entonces, la opción más barata es irse de Manhattan a…Brooklyn? Queens? Long Island? Bronx? Y ya de eso no puedo hablar, no deje la isla más que para ir a Statue of Liberty, Brooklyn Bridge y a La Guardia.

Por otra parte, el sistema de transporte es eficiente, pero –guess what- caro y para peor, feo. El subway apesta, sus paredes son de cerámica (si es que tienen revestimiento) y siempre, en algún lugar de la estación, hay una gotera de desconocida procedencia. Los tubos con los cables eléctricos están a la vista, o más bien dicho, a la mano, sobre tu cabeza. Cuesta entender cómo Times Sq. En algunas partes tiene un techo tan bajo, con goteras, paredes de madera tipo cholguan…qué acaso no es una de las estaciones con mayor circulación de turistas?

No debe ser fácil sobrevivir a esa concrete jungle. Aunque una vez Desmond Morris (antropólogo) dijo sobre NY “the city is not a concrete jungle, it is a human zoo”.

Tuesday, March 23, 2010

Plaza de los tiempos, luces y mentiras

Mientras caminas por la calle el sistema te bombardea con las cosas que deberías ser o tener.

Tienes que usar esta marca trendy, debes comer las exquisiteces de aquel lugar, tienes que usar esta tenida, prestale atencion a la baja de las acciones, enterate del ultimo affaire hollywoodense, entra aquí, piensa de esta forma o mejor de esta otra.

Imposiciones por todos lados. Reglas, limites y parametros que tratan de imponer a tu propia vida. Vende tu vida para poder comprar una nueva, una que nunca podrás tener del todo, una que siempre disparará en contra tuya, una que hará sangrar tus bolsillos. Comprate una bestia capitalista, deja que sea tu guía a la (in)felicidad diaria cuando te des cuenta que no puedes comprar todo, que tu nunca serás como esas imagenes de fantasía de las revistas y que, por supuesto, siempre estás por debajo o un paso atrás de lo que es cool.

Sucede, sin embargo, que en todo ese caos propagandistico se encuentra el corazón mismo de una criatura. Los colores del neon son como la sangre que desde Times Square se bombea al resto de NY a través de las luces.

La contradicción, entonces, es estar allí y sentir la máxima expresión de vitalidad de la ciudad. Porque si consideras ese lugar solo como una visita, sin ahondar en sus significados, todo se reduce a las luces y los colores, que de alguna forma, logran inspirarte y sentirte revitalizada.


Así fue como lo sentí, solo después caí en la cuenta del lado oscuro de la vida en pantallas gigantes y neón.

Monday, March 22, 2010

New York Times


El mundo es como un gran libro, y conocer una ciudad nueva es solo leer un par de líneas más. Pero New York merecería un capitulo completo.

Secretamente lo que más me gusta cuando llego a un lugar nuevo, es esa sensación de analfabetismo. El desconocimiento de todo lo que te rodea, el no saber los mecanismos que se entretejen en ese lugar, no saber las calles, ni la dirección a la que vas, no conocer a las personas que ahí habitan y no ser reconocido.

Me encanta sentir esa suerte de interacción primera con la ciudad, tratar de entenderla a través de los mapas, de los consejos de otros viajeros o preguntando a los locales. Todo es nuevo, todo se convierte en una experiencia única al ir descubriendo los delgados hilos que mueven a esa máquina de ciudad.

Tras un día en Manhattan (prestando atención a todas las señales y usando la lógica) es fácil ubicarse en el subway. El central Park es la piedra angular para entender todo: West, East, Downtown, Midtown y Uppertown. No hay por donde perderse. La mayor parte de las calles tienen números y se correlacionan con el concepto down y upper, los números más bajos son del downtown y los más altos del uppertown. Que ciudad más funcional.

Una de las chicas con las que viaje se perdió. No sabe cómo, pero de pronto llego a Brooklyn. Cuando volvió de su desventura se sentía triste, media desesperada y nunca más salió sola, prefería ir a la siga de alguien más.

Afortunadamente, no me perdí en NY. Estuve a punto, cuando fui a Chinatown, pero apenas me di cuenta que me había subido en el vagón incorrecto, me cambie a otro y llegue ese pequeño Asia sin mayores problemas. Sin embargo, cuando me pierdo –como me ha pasado tantas veces- disfruto del momento. El perderse ofrece nuevas posibilidades, nuevas vistas, nuevos paisajes y nuevas personas, que quizás estaban muy fuera de tu plan. Muchas veces te puedes llevar sorpresas no agradables o te puedes atrasar, pero me sin duda es una historia que quedará para contar. Y no hay nada mejor que las nuevas experiencias.

Perderse es conocer. Hay que perderse por el mundo, perderse por las calles, perderse por tu ciudad, perderse por los desiertos, perderse por todas partes. Perderse más seguido para intentar leer el gran libro que es el mundo.

Tuesday, March 9, 2010

Smells like Abercrombie & Fitch

Me dijieron que escribiera mucho, algo así como un diario de viaje. Yo creo que debería hacer lo mismo, desde el primer día en estas tierras que pensé en escribir casi a diario. Pues bueno, no lo he hecho por el simple hecho de no saber por donde empezar...

¿El arrival, los tramites, el tratar de no perderse dentro del airport, el skyline, el chequeo previo al ingreso de un avión? No, muy lineal. Justify Full

Luego, el drive-in de mala muerte, el shock cultural con el breakfast, el shock cultural con wal-mart y la cultura del ready to go? No...muy obvio.

También se me paso por la mente escribir de Don, uno de los auxiliares del drive-in, todo un personaje, digno de una novela. Cojo, acento sureño, ojos azules y profundos, arrugas de mil historias, siempre dispuesto a darte una sonrisa o un waffle. No, muy pocas palabras para Don. Su historia aun está en proceso.

Pero entonces, ¿de qué escribo?

¿De la soap opera diaria que nos tiene de protagonistas?
¿Del debate moral entre el libertinaje y libertad?
¿Del long distance relationship, de los flings, del dating, de los booty-call?
¿De la arquitectura en OU?
¿De lo loco e impredecible que es el clima?
¿Del tremendo porrazo que me mandé ayer al entrar al Gittinger Hall? (God!!!)
¿De Alpha Gamma Delta?

No, si algo he aprendido aquí (aparte de que hay dos tipos de personas en el mundo: Dr. Pepper Lovers and Dr. Pepper Haters) es a ser más espontanea.

Hoy venía de vuelta a mi casa en el shuttle y olía a Abercrombie & Fitch. Nada más que eso. El mismo olor de la tienda, el mismo olor de la ropa de esa marca cuando te la pones por vez primera, el mismo olor de los bailes pegaditos, el mismo olor a piel morena, y a veces, el mismo olor de mi propio pelo.

Eso es lo que pasa ahora. Más rato, como es usual, todo cambiará.