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Saturday, July 30, 2011

V.


Me quedo con tus palabras, con tus mails, con la claridad de los conceptos sociales que usas comúnmente, con tu suave voz, con tus palabras precisas, con tu interés para escuchar cada una de mis historias, con tus minutos de divagación (a pesar de no poder saber qué era lo que realmente te perturbaba), con tus constantes reflexiones, con tus abrazos eternos, con tu boquita de duraznito, con tus ojos cafés claros, con tu nombre de poeta, con tu apellido de escritor, con la esquina en donde tomé el taxi, y con todos los recuerdos que quedarán enmarcados, en algún lugar cerca de mi corazón.

Porque me hiciste feliz -y más importante que eso- me dejaste feliz. Quizás el adiós no haya sido el que yo tenía en mente, pero tu dulce sinceridad reafirmaron lo que yo había presentido: todo esto fue un sueño, un sueño muy real.

Yo aún no logro conmensurar, el influjo que has causado en mí. Me emociona pensarlo, porque llegaste justo en el momento indicado y juro, que si no te hubiera visto en el aeropuerto antes de despegar de Santiago, hoy creería ciegamente que el avión te botó de una nube, pues fuiste como un angelito que cayó del cielo para salvarme.

La gran moraleja que me enseñaste es la apreciación a la vida misma. Me recordaste eso que algún día, de adolescente, leí en un libro, pero que luego olvidé: los milagros están a la orden del día, sólo hay que darles una oportunidad.

Y tampoco puedo dejar de mencionar, la lección sobre la temporalidad. La belleza de lo efímero, porque es mejor una tarde de emociones sinceras, a largos meses de falsas quimeras.

Al final, concluimos que esto no era un adiós, sino más bien un hasta la próxima. Porque el mundo es muy pequeño (ay, si no sabré yo de eso), o -como dices tú- nos movemos en las mismas esferas sociales, lo que hace reducir nuestro ámbito de acción, llevándonos a pensar que el mundo es un lugar pequeño. En síntesis, sabemos que nos vamos a encontrar de nuevo, en algún otro lugar, en algún otro tiempo, en otra dimensión, o quizás en otros sueños.






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