Pages

Monday, March 22, 2010

New York Times


El mundo es como un gran libro, y conocer una ciudad nueva es solo leer un par de líneas más. Pero New York merecería un capitulo completo.

Secretamente lo que más me gusta cuando llego a un lugar nuevo, es esa sensación de analfabetismo. El desconocimiento de todo lo que te rodea, el no saber los mecanismos que se entretejen en ese lugar, no saber las calles, ni la dirección a la que vas, no conocer a las personas que ahí habitan y no ser reconocido.

Me encanta sentir esa suerte de interacción primera con la ciudad, tratar de entenderla a través de los mapas, de los consejos de otros viajeros o preguntando a los locales. Todo es nuevo, todo se convierte en una experiencia única al ir descubriendo los delgados hilos que mueven a esa máquina de ciudad.

Tras un día en Manhattan (prestando atención a todas las señales y usando la lógica) es fácil ubicarse en el subway. El central Park es la piedra angular para entender todo: West, East, Downtown, Midtown y Uppertown. No hay por donde perderse. La mayor parte de las calles tienen números y se correlacionan con el concepto down y upper, los números más bajos son del downtown y los más altos del uppertown. Que ciudad más funcional.

Una de las chicas con las que viaje se perdió. No sabe cómo, pero de pronto llego a Brooklyn. Cuando volvió de su desventura se sentía triste, media desesperada y nunca más salió sola, prefería ir a la siga de alguien más.

Afortunadamente, no me perdí en NY. Estuve a punto, cuando fui a Chinatown, pero apenas me di cuenta que me había subido en el vagón incorrecto, me cambie a otro y llegue ese pequeño Asia sin mayores problemas. Sin embargo, cuando me pierdo –como me ha pasado tantas veces- disfruto del momento. El perderse ofrece nuevas posibilidades, nuevas vistas, nuevos paisajes y nuevas personas, que quizás estaban muy fuera de tu plan. Muchas veces te puedes llevar sorpresas no agradables o te puedes atrasar, pero me sin duda es una historia que quedará para contar. Y no hay nada mejor que las nuevas experiencias.

Perderse es conocer. Hay que perderse por el mundo, perderse por las calles, perderse por tu ciudad, perderse por los desiertos, perderse por todas partes. Perderse más seguido para intentar leer el gran libro que es el mundo.

0 comments: