1894
Sucede que a veces -y sólo a veces- da por llorar cuando alguien te confiesa lo que hay en su corazón. Y si eso que hay ahí dentro, resulta ser un amor tan lindo, el llanto se vuelve incontenible.
Porque da pena no poder sentir lo mismo, y es aún más triste tener que -inevitablemente- decir que no, desilusionar a alguien y romperle un poco el corazón.
0 comments:
Post a Comment