Vaivén de ilusiones. Las ilusiones van y vienen, vienen y a veces van, van y no siempre vienen. Y hace unos días atrás la ilusión armó sus maletas y se marchó.
Sunday, September 25, 2011
Ópticas Ilusiones
Vaivén de ilusiones. Las ilusiones van y vienen, vienen y a veces van, van y no siempre vienen. Y hace unos días atrás la ilusión armó sus maletas y se marchó.
Monday, September 19, 2011
Walking around y Poema XII
Sucede que me canso de ser hombre
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro.
Navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver estacionamientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja
Sería bello
ir por las calle con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.
Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.
Tras seguir hablando un rato hablando sobre Neruda, después me comentó que también le gustaba Baudelaire. ¡Baudelaire! ¡Con lo que me gustan los poetas malditos! Le dije que uno de mis favoritos de Baudelaire era el poema sobre el albatros, le di mi interpretación sobre uno de los versos, y me miró con ojos brillosos y una sonrisa. Pero eso da para otra historia, para otro día.
Tuesday, September 6, 2011
Ilusión dominical
Thursday, August 11, 2011
Para no olvidar
Tuesday, August 2, 2011
Un día de tus días
Saturday, July 30, 2011
V.
Saturday, July 16, 2011
Antes del Amanecer
"Esto es como una película... es como "Antes del amanecer", ¿la viste?"

(¡Qué lindo!)
Wednesday, July 13, 2011
Brindo
El verano se acabó. Fue el verano más largo... y yo debería estar escribiendo sobre lo triste que es ver, cómo la luz del sol se extingue, trasladandose lentamente hacia el otro lado del mundo, mientras aquí los días se hacen menos cortos y más fríos.
Tendría que escribir, con los ojos hinchados y rojos, con el corazón en un hilo, con la mente confusa, sobre los detalles que hicieron correr ríos durante el fin de semana. Tendría que escribir que no me pude contener en el aeropuerto, y que en todos los lugares, se inscribían momentos aún no acontecidos, de una historia probable, de una historia similar a la que tuve pero que ciertamente tiene brotes más felices... Tendría que escribir bajo el influjo de la inevitable tortura de imaginar a aquella persona junto a alguien más.
Tendría que estar malherida, cabizbaja, perdida...tal y cual llegué a la fila del check-in. Y es que, a pesar que llegue 5 horas antes del vuelo, estaba tan triste, que se me olvidó ir a la fila a la hora correcta. Figuraba atrasada y nerviosa, hasta que un trabajador de LAN preguntó si había gente de mi vuelo. Yo me limite a alzar mi mano, pero alguien gritó desde atrás, aún más nervioso y desesperado "Arica?? Yo!!". Él venía corriendo, chascón, bolso en mano y evidentemente más atrasado que yo.
Casi cuatro horas más tarde -ya en Arica- la seguidilla de malos momentos seguían, pero estaban a punto de terminar...
Por alguna confusión en las horas, mi taxi no estaba esperando por mí, y como me gasté toda la plata que tenía en libros, me quedé en el aeropuerto sin saber qué hacer. Hasta que de pronto vi una cara conocida: Don Nino (el taxista amigo que siempre nos va a buscar) pero que en esta oportunidad se había escusado por estar ya previamente comprometido con otros pasajeros. Al final Don Nino reorganizó a sus pasajeros para poder llevarme, me fue a dejar a su taxi y me pidió que lo esperara. Pocos minutos después llegó con otro pasajero, y ese pasajero era el chico chascón, bolso en mano, que iba evidentemente más atrasado que yo.
Y de ahí en adelante, todo fue un vendaval... de historias, de novelas, de política, de arqueología, de geología, de viajes, de cuentos, de filósofos, de más novelas, de algunas películas y de muchas casualidades. Demasiadas casualidades.
Casualidades y conversaciones, que inevitablemente decantaron en sentir ese algo.
Por eso brindo...
Brindo este amor, un amor tan raro
Brindo este amor, un amor tan claro
Brindo este amor, un amor tan derepente
Brindo este amor, un amor tan diferente...
Thursday, April 28, 2011
Olvido

Persistencia de la Memoria - Dalí (1931)
Quizás, después de todo, el olvido sea una quimera más. Porque, tal vez, los recuerdos se nos quedan pegados, y como sombras van deambulando a nuestro alrededor. Sin ser notoriamente visibles, llega un momento de detención en el que nos damos cuenta de la persistencia de la memoria. Los recuerdos ahí están, siempre estuvieron y quizás ahí siempre se quedaran.
Quizás el olvido sea sólo una excusa, con dos orígenes posibles: la supervivencia o el tedio. ¿Podemos olvidar realmente la pérdida de nuestros seres queridos? ¿Podemos borrar los días dorados con alguien, por más mal que hayan terminado las cosas? Un olvido lo construimos y lo evocamos porque debemos seguir viviendo, el otro surge paulatina y silenciosamente, bajo el estruendo de la rabia, o la letanía del aburrimiento.
Pero las evocaciones sensuales nos demuestran la obsolescencia del olvido. Ante un olor, el olvido se desvanece, y entonces, durante algunos segundos, el recuerdo cobre vida propia. Pueden, incluso, alterar momentaneamente nuestras coordenadas tempo espaciales, hacía momentos más o menos felices.
A mí, el olor de ciertos almacenes de barrio, me hacen recordar al querido almacen de Don Nino, el vecino de mi abuelita. Era un olor amaderado y dulzón, con esa pesadez de los lugares encerrados. Por alguna razón, yo asimilaba ese olor a las publicidades hechas en cartón corrugado, con las que revestían al mesón en donde reposaban esos estantes llenos de dulces, chocolates, abarrotes y demases.
A los 5 años, mi compra usual eran esas galletitas rectangulares cubiertas de chocolate, o esos chocolatitos en forma de cubo, ambos con un precio fijo de $10 pesos cada uno. Don Nino abría el jarrón de vidrio en donde estaban guardados, los sacaba con una tenaza y los envolvía en un cucurucho hecho de papel craft. La felicidad cabía en un cucurucho.
Hoy en día es difícil volver a encontrar ese aroma de almacén viejo, sólo un par de veces lo he vuelto encontrar, en algunos de esos almacenes perdidos en uno de los tantos cerros de Valparaiso. Cuando lo sentí, fue como volver a tener 5 años, fue volver a la Villa Mora, fue volver a correr por los cerros a cazar grillos, volver a los camping en la playa, volver a andar en brazos de mi padrino para ir corriendo a ver el tren pasar, volver a los postres de sémola con salsa de vino, volver a tener una familia.
Monday, April 4, 2011
Lunes otra vez
Las reflexiones dominicales no siempre son positivas. Tras el paso de una semana, a veces el desazón ordinario de la normalidad, se pega con más fuerza que las dulces sorpresas, o la pacifica tranquilidad cotidiana.
Y así, sin que te des cuenta, sale este mal Pepe Grillo que se encarga de cantarte al oído todo lo que has hecho mal, los errores cometidos, las malas conversaciones y enumerando todo eso que que le falta a tu vida. Incluso suele darse el tiempo de jugar con la incertidumbre, amedrentándote con el futuro próximo, con las dudas sobre el destino de ciertas cosas o con las inseguridades laborales. Ese mal Pepe Grillo me acosa en los domingos.
Por eso, debo confesar que me gustan un poco los lunes. Los lunes son los salvavidas en el mar de dudas en que trató de ahogarte Pepe Grillo. Para mí, los lunes siempre surgen como esa linda posibilidad para cambiar. Esta semana si que me pongo las pilas, esta semana renuevo mi carnet, esta semana pido hora para el doctor, esta semana ordeno el escritorio, esta semana saco todos los pensamientos negativos de mi vida, esta semana si que sí.
Lunes otra vez (y a mi me gusta).
Friday, April 1, 2011
La guía del viajero intergaláctico
En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de la espiral de
la galaxia, brilla un pequeño y despreciable sol amarillento.
En su órbita, a una distancia aproximada de ciento cincuenta millones de kilómetros,
gira un pequeño planeta totalmente insignificante de color azul verdoso cuyos pobladores,
descendientes de los simios, son tan asombrosamente primitivos que aún creen que los
relojes de lectura directa son de muy buen gusto.
Este planeta tiene, o mejor dicho, tenía el problema siguiente: la mayoría de sus
habitantes eran infelices durante casi todo el tiempo. Muchas soluciones se sugirieron
para tal problema, pero la mayor parte de ellas se referían principalmente a los
movimientos de pequeños trozos de papel verde; cosa extraña, ya que los pequeños
trozos de papel verde no eran precisamente quienes se sentían infelices.
De manera que persistió el problema; muchos eran humildes y la mayoría se
consideraban miserables, incluso los que poseían relojes de lectura directa.
Cada vez eran más los que pensaban que, en primer lugar, habían cometido un gran
error al bajar de los árboles. Y algunos afirmaban que lo de los árboles había sido una
equivocación, y que nadie debería haber salido de los mares.
Y entonces, un jueves, casi dos mil años después de que clavaran a un hombre a un
madero por decir que, para variar, sería estupendo ser bueno con los demás, una
muchacha que se sentaba sola en un pequeño café de Rickmansworth comprendió de
pronto lo que había ido mal durante todo el tiempo, y descubrió el medio por el que el
mundo podría convertirse en un lugar tranquilo y feliz. Esta vez era cierto, daría resultado
y no habría que clavar a nadie a ningún sitio.
Lamentablemente, sin embargo, antes de que pudiera llamar por teléfono para
contárselo a alguien, ocurrió una catástrofe terrible y estúpida y la idea se perdió para
siempre.
Esta no es la historia de la muchacha.
Sino la de aquella catástrofe terrible y estúpida, y la de algunas de sus consecuencias.
También es la historia de un libro, titulado Guía del viajero intergaláctico; no se trata
de un libro terrestre, pues nunca se publicó en la Tierra y, hasta que ocurrió la terrible
catástrofe, ningún terrestre lo vio ni oyó hablar de él.
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Así empieza uno de los libros más fantabulosos del Universo. "La guía del viajero intergaláctico",(o del autoestopista intergaláctico, en su versión española), un libro lleno de aventuras cósmicas, improbabilidades físicas, seres pandimensionales y sobre el sentido de la vida, el universo y todo lo demás.
Douglas Adams, su autor, comenzó la historia como una radiocomedia que debido a su popularidad, fue lanzada en forma de novela. Posteriormente se lanzarían otros 4 libros más para completar esta saga intergaláctica asombrosamente maravillosa.
Son libros cortos, fáciles de leer, dinámicos y sumamente divertidos. Los amo.
Una buena forma de acompañar la lectura, es estando cerca de tu toalla y escuchando el disco "Purple onion" de Les Claypool Frog Brigade.
On a cosmic highway to the mooooooooooon...
Saturday, March 26, 2011
Del amor y otros demonios (y de Klimt)

Thursday, March 17, 2011
LoVe is iN the aiR
¡Qué felicidad más linda esa la de ver a un amigo caminando sobre la septima nube, brillando bajo el Sol y con mariposas en la guata!
Amigos enamorados, son amigos radiantes, poseedores de una increíble capacidad para contagiarte de alegría. Y esa alegría, se transforma en una maravillosa felicidad: al saber que ellos están felices tu también lo eres.
Hace poco una amiga cayó. Un chico que hace tiempo la pretendía, finalmente logró conquistarla. Él era del tipo "principe azul", el tipo de hombre que se las juega al máximo, no sólo con cursilerias, flores y chocolates, sino que dando pruebas contundentes de su amor. Cuático él, pero ganó y ahora mi amiga no podría estar más feliz. Junto con mis otras comadres, hasta nos emocionamos después de verla tan radiante y llena de felicidad, es como si él hubiera caido del cielo, porque era justo lo que ella necesitaba.
A otro amigo también le pasó hace poquito. Sin que él adelantara algo, ya habían señales que daban para sospechar. De un día para otro comenzó a preocuparse por su apariencia, ligerito el perfume y el afeitado fueron prácticas que se incluyeron en su rutina diaria. A los días, ya se podían percibir sus ojos más brillantes y la sonrisita cómplice de su nueva felicidad. Nunca dijo nada, pero era obvio que había encontrado a alguien. A la semana conocimos a ella, su nuevo amor. El grupo de amigos sumo una excusa más para celebrar y todos nos sentimos felices.
Sin embargo, estas lindas consecuencias del amor, sólo suceden con el amor del bueno, the real love. Los otros tipos de amores sólo hacen que tus amigos se alejen o cambien. Ese amor opresivo no es más que una bomba de tiempo, una burbuja que se intoxica de tanto estar encerrada en sí misma. En cambio, el amor del bueno fluye como un río y su torrente puede crecer. Junto con tus amigos y seres queridos el amor se expande, es el mejor circulo virtuoso. Doy gracias a mis amigos por dejarme ser parte de ese circulo virtuoso.
Amigos del mundo, enamoraos.
Thursday, March 10, 2011
Statues
El proceso de cambio ya está aquí.
Tu voz comienza a desvanecerse, no oigo más que el eco de tus antiguas palabras… y en la lejanía, esos últimos sonidos, parecen rebotar infinitamente en mi cabeza.
Tu sonrisa, amistosa y breve, elegante y cotidiana, se fija en tu rostro junto con tu mirada risueña. Tus brazos yacen naturalmente, pero pronto chasqueas los dedos, luego escondes tus manos en los bolsillos, o golpeas rítmicamente tu pierna. Puros nervios, tipico de ti. Así que sólo cruzas tus brazos, porque ya no sabes qué hacer con ellos y no se te ocurre otra mejor pose.
Vistes lo habitual. Nada muy llamativo, nada muy original, nada que esté a la moda, sólo ropa normal: una polera simple, jeans y zapatillas.
En pocas palabras, tu forma más frecuente de ser sobresale ante todo, la normalidad es la regla en estas situaciones, y así quedas tú, en tu forma más popular y sencilla, la forma que más me gustaba de ti.
Y sólo entonces, comienza el real cambio. Te quedas quieto, tan quieto, que ni el viento te toca. Tus rasgos comienzan a endurecerse, mientras te transformas en un cuerpo ceniciento. La petrificación es inminente. Te transformas en una estatua, opaca, fría, inerte e imposible, como cualquier otra estatua adornando a esas nostalgicas plazas, cunas y tumbas de la memoria.
We're just ordinary people, you and me
time will turn us into statues, eventually...
Tuesday, March 1, 2011
Un beso de desayuno
Pero ya se apareció marzo, y con ello, la malla, los nuevos estudiantes, las clases y los nuevos proyectos. Estoy entusiasmada, marzo suena como música para mis oídos.
Febrero fue casi malo. Feo y fome, no hubo verano naranja, no hubo ni un día de playa. Y para peor, el último día perdí -por segunda vez en la vida- un vuelo. Desperdicio inútil, pues esta vez no había ninguna razón apremiante y emocionante para perderlo... Pero, c'est la vie.
Y así, entre el trabajo y mi aumentada aversión al sol, añoraba a que marzo llegara pronto. Y llegó.
El primer día de marzo desperté feliz, desperté contigo. Tras un alocado sueño -que incluía un escape en auto por un cerro solitario y tenebroso, una casa embrujada y espías que nos vigilaban en cada segundo- desperté un poco cansada. Pero me abrazaste, me diste un beso y toqué tierra, y cielo al mismo tiempo. Qué alivio verte ahí al lado.
Mientras te contaba el sueño, reías y sembrabas besos. Tu celular sonó, y comenzaste a hablar de cosas ajenas y extrañas a mí, dabas explicaciones y consejos sobre algún trabajo que había que hacer. Pero eso no era impedimento para tu oficio de besador, apenas tu interlocutor se extendía un poco en las palabras, tu boquita de avellana se avalanzaba por mis comisuras.
Ay, tus besos y tus labios. La mañana era perfecta, hasta que sonó el despertador y mi mamá entró a mi pieza dándome indicaciones sobre un almuerzo que nunca recordé. Y a pesar de aquel abrupto segundo despertar, no olvidaré que la primera vez que desperté el 1 de marzo, desperté contigo y con un beso de desayuno (aunque haya sido de forma onírica).
Quiero caminar por encima de tu pelo
hasta llegar al ombligo de tu oreja,
y recitarte un poquito de cosquillas,
y regalarte una sabana de almejas.
Darte un beso de desayuno
pa' irnos volando hasta Neptuno
Saturday, February 19, 2011
24
Piel extra seca. Mi cuerpo descascarándose, cambiando del rojo escozor alérgico a la arrugada y escamosa nueva piel. Por suerte, esta alergia da sólo una vez en la vida.
Pelo ralo -como siempre- pero más seco que de costumbre, cual escoba.
Gorda. Al menos unos 2 kg. más. La falta de trainning hizo re-aparecer los rollitos no-regalones, la cara se me infló como un globo y mis brazos están regordetes. Ni hablar de la ropa, nada me queda bien.
Lo peor es no haber cumplido la meta. Años de paciencia, tranquilidad (y un poco de autocompasión) pensando en que estaba aún lejos de esa fecha impuesta. Las cosas fueron sucediendo, a ratos más rápidas, a veces sin caer en cuenta de mi responsabilidad en ellas, pero sin duda siempre estuvo mi elección, la huella indeleble de mi soberana elección. Y entonces, llegó el deadline. Fracaso total. Primer gran fracaso, primer gran golpe. Loser, I should have guessed...
Wednesday, January 5, 2011
Hilos y engranajes
Al tiempo, caí en cuenta que el comienzo de "Paper planes", ese algo que tenía la melodía no era más que el sonido de "The Clash". Era "Straight to hell", canción incluida en el "Combat Rock". The Clash me gusta porque me gusta toda la onda punk, la simplicidad, energía y -una vez más- la crítica politica, conquistaron mi corazón de adolescente. El punk fue la primera música que me gustó como género en su totalidad. Y The Clash tiene el plus de también mezclar diferentes sonidos, hago mención honrosa a los ritmos reggae en temas como "Revolution rock".
The cries of the tortured men
Remember Allende, and the days before,
Before the army came
Please remember Victor Jara,
In the Santiago Stadium,
Es verdad - those Washington Bullets again.